Si hay algo que no se le puede negar a Linden Lab es su infinita capacidad para evitar que los usuarios de Second Life se puedan aburrir o, dicho de otra manera, se puedan aburguesar rápidamente como consecuencia de haber aprendido todo (o casi todo) y, además, participar de un entorno estable y libre de fallos.
Esto significa que, cuando creemos que nos estamos estabilizando de las consecuencias del último cimbronazo recibido, Linden Lab, para no darnos tiempo a aburguesarnos, nos envía otro que, como es habitual, provocará corridas, dudas, que los desarrolladores de visores de terceros tengan que adecuar el código de visores, que los usuarios tengan que modificar sus costumbres y aprender a hacer lo mismo de otra manera y que aquellos que se dedican a ayudar a otros usuarios tengan trabajo extra intentando explicar por qué aquello que ayer funcionaba de maravillas hoy ya no funciona.